Un edificio más sostenible y eficiente, que asegure un gasto energético menor, evite puentes energéticos y proporcione unas condiciones de confort óptimas, es posible cuando implementamos una serie de soluciones al rehabilitar sus envolventes e interior.
Cuando intervenimos en fachadas, uno de los sistemas que empleamos para conseguir estos objetivos es el sistema SATE, un sistema constructivo de aislante térmico para el exterior, cuyo proceso de aplicación es muy específico en cuanto a sus fases:
Primero fijamos el aislante al muro (placas de poliestireno) con perfiles de arranque en el límite inferior y respetando un zócalo mínimo de 15 mm, de modo mecánico con tacos de plástico de cabeza circular, después lo revestimos con mortero y malla de fibra de vidrio y damos el acabado final.
En el proyecto de rehabilitación de fachada exterior e interior que realizamos en la finca
Rambla Marquesa de Castellvell, de Sant Feliú de Llobregat, aplicamos el sistema con los resultados esperados.
Los trabajos que realizamos en la finca consistieron en: preparación previa para recibir el sistema SATE, mediante el repicado del revestimiento monocapa original del edificio, limpieza y nivelación con revoco, aplicación del SATE en todo el paramento vertical y balcones, restauración de las barandillas y por último, sustitución de los techos de escayola en balcones por techos registrables.
Son especialmente interesantes este tipo de soluciones para el exterior, ya que actualmente, el Plan de rehabilitación energética de edificios (PREE), activado el año pasado y cuyas ayudas se pueden solicitar hasta el 31 de julio, contempla ayudas para mejorar la eficiencia energética de los edificios, el cual es uno de los objetivos prioritarios de los trabajos de rehabilitación que llevamos a cabo en nuestros proyectos.