, busca reinterpretar el Modernismo como inicio de la cultura del diseño, además de destacar las particularidades en el desarrollo del caso catalán.
Es Barcelona, protagonista de las experiencia arquitectónicas, industriales y decorativas del llamado Modernismo, quien determina su carácter, pues sólo desde la estrategia compleja de una gran urbe, en constante expansión, es pensable un “estilo” en el cual la innovación técnica, estilística y tipológica es fundamental. La renovación de estilos previos resulta en un gran desarrollo de las artes decorativas y aplicadas, artesanales, profusión que encuentra su reflejo en la arquitectura y el diseño industrial.
Es así como la muestra incide en cuatro ámbitos, entre los que destaca “Industrias de arte, la nueva cultura del diseño” y “La recuperación de Gaudí y del modernismo”, que valora particularmente el objeto arte, entre ellos, la producción del mosaico hidráulico y a uno de sus principales diseñadores, Gaudí, cuyo pavimento se encuentra en el Paseo de Gràcia.
Finalmente, la influencia del modernismo, puente hacia el racionalismo y la modernidad del GATCPAC, es mostrada como puerta de entrada al diseño moderno catalán.