Los trabajos de intervención en esta finca, incluida dentro del catálogo del patrimonio arquitectónico, artístico y ambiental de la ciudad de Barcelona desde el año 1982, estuvieron condicionados a respetar las directrices que se marcan para estos conjuntos, de tal forma que en su ejecución intervinieron varios especialistas, entre ellos destaca la labor de los restauradores, que trabajaron en el zócalo de los pasillos y descansos de la escalera para devolver los motivos y colores a su estado original. Otros trabajos realizados, la recuperación de la balaustrada de la escalera, las carpinterías originales de madera y los paramentos interiores a base tonalidades de pintura acorde a los motivos originales y técnicas de veladuras.